El Zoo de Barcelona libera 82 sapos endémicos de Mallorca, en la Sierra de Tramuntana

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15/12/2016
Imatge

El 95% del 1.500 ejemplares al Zoo desde 1993 se han liberado a la naturaleza 

Este martes pasado se han liberado con éxito 82 sapillos baleares endémicos de Mallorca en la Sierra de Tramuntana. Esta especie de anfibios, también conocidos como sapillos baleares (Alytes muletensis), han sido reintroducidos con éxito en su hábitat natural. Concretamente, se han liberado 45 adultos y subadultos, y 37 larvas, todos ellos nacidos en el Zoo de Barcelona. Se trata de una especie de anfibio endémica de esta illa, y el objeto de la actuación es repoblar esta área de donde habían desaparecido.  Des del 1993, la reproducción al Zoo de Barcelona ha sido muy exitosa. Más de 1.500 ejemplares han nacido a sus instalaciones y alrededor del 95% han sido liberados a las autoridades mallorquines por su liberación en el medio natural. Los esfuerzos conjuntos del Zoo de Barcelona y la “Conselleria de Medi Ambient, Agricultura i Pesca del Govern de les Illes Balears” se han realizado en el plan de actuación de conservación y reproducción del de la especie. Concretamente, los trabajos de conservación realizar con anterioridad con esta especie en la Sierra de Tramuntana han permitido que el sapillo balear haya pasado de catalogarse “en peligro crítico” de extinción a catalogarse como “vulnerable” por la Unión Internacional de la Conservación y la Naturaleza (UICN), una situación que refleja la mejora destacable de la supervivencia de la especie.   La actuación con esta tipología de sapos ha recibido el reconocimiento internacional y está sirviendo de modelo por otros planes de conservación. La valoración de los esfuerzos de conservación del sapillo balear es muy positiva. Como a prueba definitiva están los resultados de los últimos recuentos de la población de renacuajos en la Sierra de Tramuntana que muestran un continuo aumento de la población. La actuación en la conservación de esta especie se considera modélica y ha servido como ejemplo para planes de conservación posteriores en todo el mundo. Actualmente, el proyecto de conservación del sapillo balear contempla también la lucha contra las enfermedades emergentes que afectan a los anfibios, como la quitridiomicosi, provocada por un hongo que afecta dramáticamente los anfibios de todo el planeta, y presente a la isla de Mallorca. Desarrollo del plan de conservación El año 1980 se encontró en la Sierra de Tramuntana de Mallorca uno de los últimos vertebrados descubiertos de la fauna europea, el sapillo balear (Alytes muletensis). Esta especie de anfibio, forma parte de la antigua fauna que habitaba Mallorca antes de les invasiones de las especies animales continentales, tenía su hábitat en una reducida área de torrentes en la Sierra de Tramuntana, donde no habían llegado las especies invasoras a causa de las condiciones aristas del perfil del terreno. La minúscula área de distribución y el limitado nombre de ejemplares que se contabilizaron en los primeros censos pusieron en alerta a las autoridades y la comunidad científica, que van empezaron a trabajar para conocer la nueva especia y protegerla. La razón de ser de este trabajo colectivo fue la inclusión del sapillo balear el 1982 en la lista roja de la Unión Internacional de la Conservación (UICN) con la catalogación de la especie en “peligro crítico” de extinción. A partir del 1991 se creó la redacción del primer plan de recuperación del sapillo balear con los principales objetivos de conservar las poblaciones y hábitats, controlar los depredadores introducidos, crear nuevos puntos de reproducción, luchar contra la contaminación del hábitat –donde son muy sensibles-, y hacer divulgación de su situación.
Una de las medidas tomadas fue extender la cría en cautividad de la especie, en la cual han contribuido instituciones como el prestigioso Jersey Wildlife Trust y el Zoo de Barcelona, con lo que la “Conselleria balear” firmó un convenio de colaboración.  Los anfibios son auténticos indicadores medioambientales de la salud de los ecosistemas y su conservación es fundamental para el mantenimiento del equilibrio ecológico. Los visitantes del Zoo de Barcelona pueden observar los sapillos baleares en el complejo del Terrario, en una instalación dedicada a su especie que recrea su hábitat rocoso que componen las montañas mallorquinas.
Aspectos y rasgos característicos de la especia y su hábitat 
Las torrenteras de montaña de Mallorca, aunque son estacionales en su cabal y acostumbran a estar secas durante el verano, mantienen balsas y charcos en las gargantas  que no se secan nunca, y es allí donde los renacuajos de los sapillos baleares, uno de los más grandes de la fauna europea, crecen y experimentan la metamorfosis. Los sapillos baleares (Alytes muletensis) tienen unas extremidades anteriores muy largas que les han proporcionado capacidad escaladora, que les permite sobrevivir en un ambiente tan difícil como el suyo. Esta capacidad es muy rara entre los anfibios continentales, eminentemente excavadores. Esto se interpreta como una adaptación al medio insular, áspero y calcáreo.
Incluidos dentro del género Alytes, presentan peculiaridades reproductivas propias de estos sapos, entre los cuales destaca el hecho que el macho carga a la región lumbar los huevos que la hembra pone al suelo y los transporta durante todo el período de maduración, humeándoles periódicamente. Una vez están a punto de salir, el macho adentra en el agua para que los renacuajos se liberen. 
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